El exalumno se desempeña como Jefe de Mantenimiento en el Terminal Pacífico Sur Valparaíso, TPS.
Desde su juventud, Pedro Cisternas, siempre soñó con estudiar en la Universidad Técnica Federico Santa María (USM). Dicha Institución, reconocida por su excelencia académica y su enfoque en la ingeniería y las ciencias, capturó su imaginación desde temprana edad. Sin embargo, al egresar como técnico electricista nivel superior con mención control de la Escuela de Ingeniería Naval y comenzar una vida de casado e hijos, las prioridades fueron cambiando y postergó su proyecto. En el 2006 comenzó a desempeñarse profesionalmente en TPS, y la empresa le otorgó la oportunidad de estudiar Ingeniería en la USM debido a sus capacidades y desempeño, donde finalmente egresó de la carrera de Ingeniería Ejecución Mantenimiento Industrial.

Pedro: En 1983 ingresaste a la Escuela de Ingeniería Naval. Luego de tu paso por allí, decidiste estudiar en nuestra Casa de Estudios, ¿cuál fue el motivo y de qué manera tus estudios USM te han fortalecido en tu desempeño profesional actual?
“Terminal Pacífico Sur, mi empresa, me ofreció la oportunidad de estudiar, gracias al esfuerzo demostrado en mi trabajo diario, en la Universidad de mis sueños, la Universidad Técnica Federico Santa María.
En ese entonces, me anunciaron -desde TPS- que contaba con todas las capacidades para ingresar a Ingeniería Ejecución Mantenimiento Industrial. Al igual que cuando tomé la decisión de estudiar electricidad, ¡Me enamoré de la carrera!
Esta etapa no estuvo libre de contratiempos, mi padre murió y sentí que no podría avanzar, por lo que congelé la carrera durante medio semestre. Los profesores, José Tamayo, Carlos Baldi y Félix Pizarro, me incentivaron a continuar y finalmente al volver me destaqué en los estudios. Recibí el premio al mejor titulado de la carrera, lo cual fue un gran regalo para mi señora. Lo anterior, se remonta en mi pasado por la Escuela de Ingeniería Naval, donde obtuve el tercer lugar y en ese entonces ella me manifestó que fácilmente podría haber sido el más destacado y esto me había sucedido porque como éramos padres primerizos (Bárbara y Macarena), no me había permitido asistir de noche a estudiar a la escuela.
En mi paso por la USM descubrí diversas herramientas de ingeniería, las cuales han sido fundamentales para desempeñarme como Supervisor de Grúas de STS, Planificador de Mantención, Jefe de Confiabilidad y actualmente Jefe de Mantenimiento en Terminal Pacífico Sur Valparaíso.
TPS me ha dado la oportunidad de crecer. Es fundamental que las empresas confíen en las personas y crean en el desarrollo profesional, lo fomenten y premien como lo fue en mi caso. Por ese motivo, estoy agradecido y es por ello por lo que el trabajo que realizo lo hago con pasión”.
Cuentas con una vasta experiencia en TPS donde has trabajado hace 18 años asumiendo diversos cargos, ¿cuáles han sido tus mayores logros y qué te reconforta continuar tu carrera profesional en el Terminal Pacífico Sur Valparaíso?
“Es importante destacar que esta empresa es un referente portuario en Chile y para el comercio exterior. En mis varias salidas a el extranjero es conocido y reconocido el trabajo realizado en TPS.
Lo que más me reconforta es el trabajo en equipo. Me apasiona verlos crecer y poder aportar un grano a su expertise y desarrollo. Uno debe creer en las personas, saber que los mueve, los números viene solos después, si unos se acerca a sus colaboradores y colaboradoras sabe que necesita, el trabajo se hace cada vez mejor. Mis líneas de supervisión, así como los técnicos de mi área, trabajan con lineamientos de la empresa y desde mi mirada, y es allí donde la confianza resalta. Uno va dirigiéndolos y por sí solos cuentan con la capacidad de tomar decisiones. Al empoderarse de sus cargos se resaltan sus habilidades.
Tal como le mencioné en alguna oportunidad a una de mis jefaturas, estoy convencido que el área de mantenimiento debe ser visto como unidad de negocio más porque crea calidad de servicio y confiabilidad en los equipos.
Otro punto relevante es lo que se refiere a la seguridad, ya que un trabajo bien realizado es cuando no existen accidentes y hasta el momento -en estos 18 años- no he pasado por una situación de esa índole. Todo es perfectible y mejorable, pero lo único que no se recupera es la persona. Los equipos, maquinarias y materiales, se compran, cambian o reparan”.
¿Qué recuerdos tienes de tu paso por la USM, en especial por Ingeniería Ejecución Mantenimiento Industrial?
“Tengo recuerdos de haber recibido una gran empatía de los profesores. Al ser una carrera vespertina, ellos comprendían el cansancio del trabajo. Sin embargo, fue excelente.
Recuerdo los certámenes que eran rigurosos, y como decía un profesor, el problema escrito es como una cebolla, hay que ir sacando capa por capa para poder resolverla. Aquello, es la esencia de los Ingeniero y técnicos de USM.
La USM está muy bien preparada para la continuidad de estudios, e incluso en algunas oportunidades me convocaron a participar en la adecuación de mallas curriculares”.
Según tu perspectiva, ¿Qué futuro cuenta dicha carrera y dónde se requiere de estos profesionales?
“Siento que es necesario y lo dije alguna vez en la adecuación de mallas, que el inglés es fundamental. Es importante que los profesionales y técnicos se comuniquen en dicho idioma, compartan sus experiencias con colegas extranjeros.
Por otro lado, es necesario potenciar a los técnicos de puertos. La Región de Valparaíso cuenta con el de Valparaíso y San Antonio, los cuales tienen equipos modernos del área pacífico. Sería una buena instancia establecer una alianza estratégica y potenciar dicha falencia. Es necesario preparar técnicos e ingenieros que trabajen en este tipo de equipos”.
¿Cómo te ves de acá a corto plazo? ¿cuál es tu siguiente sueño?
“Me gustaría cursar el Magíster en Gestión de Activos y Mantenimiento en la USM. Además, tengo un gran sueño que es traer el modelo europeo de mantenimiento y crear mi propia empresa. Me inspira la innovación y preparar los equipos para el futuro.
Lo más importante que me mueve, es la familia: mi señora Patricia y mis hijos; Bárbara, Macarena e Ignacio, sin ellos no me podría continuar. Ellos son el motor de mi vida”.