¿Quiénes Somos?

Alumni USM

 

Alumni USM es la oficina institucional encargada de fortalecer y potenciar la relación continua de las exalumnas y exalumnos de la USM a través del desarrollo de distintas actividades así como también estar en permanente colaboración con asociaciones y agrupaciones de exalumnas y exalumnos  en Chile y el mundo. 

También, la Alumni USM busca mejorar el bienestar de los estudiantes meritorios y destacados, además de fortalecer otras competencias y habilidades. Esto se realiza gracias al Programa de Donaciones financiado gracias al aporte de nuestros exalumnos/as, amigos/as, empresas y organizaciones, que permite la entrega de becas y financiamiento de actividades y proyectos que van en pro del del desarrollo profesional de nuestros estudiantes. 

Misión

Hacer crecer e inspirar el carino y sentido de pertenencia de los sansanos hacia la UTFSM y el legado solidario y emprendedor de don Federico Santa María.

Visión

Ser un referente nacional e internacional, que convocando y co-creando valor con los exalumnos y amigos de la Institución, estimule el crecimiento y bienestar de todos los Sansanos y de la UTFSM.

Nuestra historia

 

Don Federico Santa María legó nuestra Universidad para poner al alcance del desvalido meritorio el poder llegar al más alto grado del saber humano. En su testamento, Don Federico nos instó a contribuir al desarrollo intelectual de  la nación y en particular de quienes él denominó “el proletario”.

Asimismo, del testamento de Don Federico se interpreta que era su voluntad que nuestra universidad tuviera una nítida orientación tecnológica al referirse a la Escuela de Artes y Oficios y un Colegio de Ingenieros. Asimismo expresó su amor a la patria, solicitando que “tanto la Escuela de Artes y Oficios como el Colegio de Ingenieros, y toda otra institución que pudiera crearse más tarde, agregaran a su título el nombre de JOSÉ MIGUEL CARRERA, en homenaje al gran patriota que dio el primer grito de independencia en Chile y como enseñanza a los alumnos que ante todo se deben a su patria”.

Fue también su decidida voluntad que la calidad de todo quehacer de la USM estuviera a la altura de las mejores universidades del mundo estipulando que los cuerpos de profesores con que se instalaran, tanto la escuela de Artes y Oficios  como el Colegio de Ingenieros, fueran, en su totalidad, compuesto de extranjeros, sin distinción de nacionalidad y que fuera uno de sus albaceas quien los eligiera y contratara, trasladándose al efecto a Estados Unidos y Europa, “cerciorándose cuidadosamente del valor científico y pedagógico de cada cual”.